Se trata de una ley que protege a las víctimas de violencia doméstica. Los requisitos son que el/la solicitante tiene que ser directamtente la víctima y el acusado debe ser un ciudadano americano con residencia permanente.
Hay posibilidad de que le pidan pruebas a la víctima. La buena noticia es que, no necesitará de la firma de ningún oficial de la policía ni fiscal. Solo bastará su palabra y cualquier otra prueba que tenga.
Otra buena noticia es que, si la víctima está casada con un ciudadado americano, ésta puede aprovechar para ajustar su estatus y solicitar un permiso de trabajo.
La parte acusadora también deberá tomar en cuenta que hay un límite de tiempo después de divorciarse para que proceda su solicitud.